Que a España le queda un largo camino por recorrer para conseguir la plena igualdad en materia laboral entre hombres y mujeres es un hecho que no admite discusión, y se manifiesta de muchas formas. Los famosos techos de cristal o la diferencia salarial en puestos idénticos son las que más destacan, pero hay otros aspectos llamativos. Por ejemplo, las mujeres sufren un mayor número de accidentes in itinere (en los desplazamientos a o desde el lugar de trabajo) pese a que los hombres son mayoría en el mercado laboral.
Según los datos que ofrece el Ministerio de Empleo un 57% de los implicados en los 37.543 accidentes in itinere registrados en España entre los meses de enero y junio eran mujeres; una cifra muy por encima del 45% que supone la población ocupada femenina. En estos 37.543 accidentados se incluyen los accidentes de tráfico y los atropellos a peatones o accidentes a pie por sobreesfuerzo físico en el desplazamiento. En los accidentes in itinere a pie casi el 70% de las víctimas eran mujeres.
Los datos de los accidentes de tráfico mientras el trabajador va camino de su puesto de trabajo o vuelve a casa tras la jornada laboral tampoco son mucho más positivos. A este capítulo pertenecen el 62% de accidentes in itinere, y aunque los últimos datos de género disponibles son de 2014 vemos que la mitad los sufrieron mujeres. Una cifra que supondría cierta igualdad entre hombres y mujeres de no ser porque en los accidentes de tráfico ordinarios estas solo suponen el 40% de las víctimas, 10 puntos menos.
¿A qué se debe este aumento de la siniestralidad laboral femenina? Desde los sindicatos apuntan a dos factores, la precariedad laboral femenina y la conciliación familiar. La secretaria confederla de la UGT, Isabel Araque, explica que el aumento de desplazamientos durante la jornada laboral fruto de una reforma laboral que favorece la contratación a tiempo parcial y el pluriempleo hace que sean más propensas a sufrir accidentes in itinere.
Algo parecido dice el secretario de Salud Laboral de Comisiones Obreras, Pedro Linares, que recuerda que las mujeres sufren más los trabajo parciales no deseados, combinando varios y con una jornada laboral más irregular que la de los hombres. A esta rotación laboral se suma una mayor responsabilidad en las obligaciones familiares, lo que se traduce en un aumento del estrés que también puede provocar un aumento en la siniestralidad entre las mujeres camino al trabajo, añaden desde los sindicatos.
Vía: Cadena Ser
Foto: Gellinger