Por mucho que hablemos de la política de empleo, de las reformas laborales, de índices de paro y de nuevas y renovadas medidas para combatir el desempleo en los distintos colectivos de la población laboralmente activa. Por más dinero que se inyecte a los bancos, industrias, mercados; por más controles y presiones que se efectúen sobre las empresas privadas: sus contrataciones y despidos y por poco que los ajustes alcancen a la repartición pública, hay una verdad insoslayable.
El SEPE se sostiene de un mito que, hasta ahora, es incomprobable: Que el Servicio Público de Empleo Estatal (tal como designan sus siglas) da trabajo.
No podemos discutir las intensiones de la estrategia de todos los Servicios Públicos de Empleo para desarrollar y aplicar las políticas a favor del empleo en el Plan Anual de Política de Empleo. Entendemos y coincidimos en las necesidades que se evidencian en el Real Decreto 1542/2011, del 31 de octubre en el que se aprueba la Estrategia Española de Empleo 2012-2014, a saber:
- Elevar la participación en el mercado de trabajo y reducir el desempleo en el horizonte 2020 alcanzando:
- Una tasa de empleo del 74% para la población de entre 20 a 64 años
- Una tasa de empleo femenino para el mismo grupo de edad del 68,5%
- Reducir la temporalidad y la segmentación del mercado de trabajo.
- Reforzar el trabajo a tiempo parcial y la flexibilidad interna de las empresas.
- Mejorar y adecuar las competencias profesionales a las necesidades del mercado.
- Promover una rápida y adecuada reinserción de las personas en el mercado de trabajo.
- Promover la igualdad de género en el mercado laboral.
Pero sí podemos destacar que, hasta el momento, el SEPE (ex INEM) no hace más que arrojar mediciones respecto de los índices de paro, cifras que se logran recoger gracias a que las personas que van cayendo en la desgracia de perder su empleo acuden al registro sólo por la necesidad de cobrar el paro o la asistencia que le corresponda, lo que demuestra una falta de eficiencia en la que debiera ser su principal función: el fomento del empleo y la recolocación laboral de los parados de cualquier colectivo.
Tal es así que en el último Observatorio de Inserción Laboral de los Jóvenes 2011, la baja eficiencia de los servicios públicos de empleo no sólo es reconocida por los jóvenes sino que, cada vez menos, se recurre a ellos con el fin de conseguir un trabajo. La tasa de jóvenes que recurre al SEPE es del 37,9% en un colectivo signado por el paro: 1 de cada 3 jóvenes no tiene empleo.
Por ello, la pregunta que redunda entre la mayoría de la población es la que planteaba Alfonso Alcántara, Alfonso Alcántara, coach y consultor en empleo 2.0, hace casi 3 años: ¿Cuál es la función del SEPE: Intermediación laboral o asistencia social?
Miguel Perez
Yo creo que se ha demostrado que el Servicio Estatal de empleo es bastante ineficaz a la hora de colocar a los trabajadores, lo es ahora debido a la situación económica y lo ha sido siempre, incluyendo los períodos en los que el índice de desempleo era relativamente bajo para España.
La prueba de ello es que el Ministerio de Empleo y Seguridad Social ha otorgado a la a Manpower la autorización para poder actuar como agencia de colocación y recolocación en España, supongo que con la intención de que dinamice la colocación en un momento de extrema gravedad en el mercado laboral.
En fin, de todos modos, para aquellos que se encuentren en búsqueda de empleo, les dejo aquí un link con recursos variados para encontrar trabajo