Es una lástima. La reforma educativa se está planteando eliminar carreras universitarias si estas no ofrecen unos mínimos de inserción laboral a los estudiantes cuando las finalizan.
Sin duda, se trata de una situación que lleva a reflexionar sobre cuál es el problema real. A mi parecer, la organización de muchas carreras universitarias dilatan en exceso algunas partes teóricas y comprimen las prácticas.
Habiendo cursado la licenciatura de periodismo uno puede darse cuenta de que todos los contenidos teóricos podrían haberse organizado mejor y comprimido muy posiblemente en dos cursos completos. Muchos contenidos se solapan, algo que lleva a alargar en tiempo una parte de la carrera que debería destinarse a la aplicación práctica.
Por otra parte, los convenios de prácticas con las empresas no son iguales, y estas no tienen el compromiso de favorecer la inserción laboral de los becarios. Si estos contratos fueran más firmes y las horas de prácticas se extendieran para un mejor aprendizaje, la inserción laboral ya aumentaría notablemente.
Sería una lástima que diplomaturas y licenciaturas necesarias para formar a profesionales acabaran por desaparecer. Todo depende de que el Ministerio de Educación se plantee un cambio de la metodología de los estudios universitarios para favorecer más el aprendizaje y el futuro empleo de los estudiantes.
Foto: edans